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jueves, 16 de enero de 2014

Espina.

Siempre al acecho
busca una mano que
teñir de rojo.

Fotografía de Alice

3 comentarios:

  1. Precioso haiku, Alice...

    Algunas, sólo fachada y se encariñan de las manos y no pinchan ni nada... :)

    Te aplaudo *

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  2. Magnífica definición de las espinas. Me ha encantado que las dotes de vida e intención de herir. Ellas tan sólo tienen que proteger la tentación de arrancar la rosa, no son más que fieles guardianes. Pero con muchas ganas de herir.

    Precioso. Un beso.

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  3. Una vez tropecé,
    y caí de lleno en el rosal.

    Esta mañana, tras diez años,
    me saqué una espina olvidada
    bajo mi piel.

    Hoy ya vivo

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