Hay ventanas maravillosas que siempre están abiertas para que las gotas de lluvia puedan pasear libres por el cristal y existen, además, paisajes nublados por un manto de agua que, sin embargo, en nuestra memoria siguen intactos...
Gracias anónimo, por llegar hasta aquí y comentar.
¡Qué dura parece la vida cuando nos falta la persona más querida...! Pues he de decir que "¡qué dura sería la vida sin tus haikus en el club del Haiku!" Sigue viviendo intensamente... Y sigue echando de menos.
Precioso haiku. Maravillosas esas lágrimas de ángel...
ResponderEliminarEchar de menos es como una "enfermedad", te pone mal cuerpo (aunque es señal de amor, sin duda) y la lluvia acentúa todo...
La foto es genial, Alice. Te felicito. Muy fan *
Echar de menos es complicado -parece que somos expertas- y la lluvia parece traer del cielo, además de gotitas maravillosos, recuerdos...
EliminarLa foto está hecha desde uno de los edificios de Trapería, con esas ventanas antiguas y enormes que dejan tanto espacio a la imaginación.
Gracias, gracias, gracias!
Anhelo tu cuerpo
ResponderEliminarlágrimas que nublan
el paisaje tras la ventana
Hay ventanas maravillosas que siempre están abiertas para que las gotas de lluvia puedan pasear libres por el cristal y existen, además, paisajes nublados por un manto de agua que, sin embargo, en nuestra memoria siguen intactos...
EliminarGracias anónimo, por llegar hasta aquí y comentar.
¡Qué dura parece la vida cuando nos falta la persona más querida...!
ResponderEliminarPues he de decir que "¡qué dura sería la vida sin tus haikus en el club del Haiku!"
Sigue viviendo intensamente... Y sigue echando de menos.
¡Qué duro echar de menos y qué bonito a la vez!
EliminarSeguiré mucho tiempo por aquí, espero, intentando que merezca la pena leer mis haikus.
Gracias, Vigía!
Nuestras miradas
ResponderEliminarconectan verdes y
enamoradas.
Rous
¡Qué bonito estar enamoradas!
Eliminar¡Qué maravilloso que dos miradas -verdes- conecten!
Gracias por regalarme un haiku...